¿Dejarías que examinara tu lesión el médico en quien los Cleveland Cavaliers de la NBA confiaron durante 15 años?
Ya está. Ahí lo tienes.
Un titular que llama la atención al tipo de paciente que quieres en tu clínica.
Con autoridad, prueba social y curiosidad.
Prácticamente lo que digas después es irrelevante. Salvo «Pide cita ahora con el Dr. XXX».
Este titular es lo primero que se me vino a la cabeza sin darle demasiadas vueltas al toparme con cierto perfil de TopDoctors.
No recuerdo el nombre del médico. Pero recuerdo ese dato.
Y eso es lo que importa. Porque esa es la clave para ser memorable.
No sé si es deformación profesional u obsesión personal…
… pero me resulta fácil encontrar lo extraordinario y diferenciador en un médico.
Todos tenemos una historia memorable con la que colarnos en la mente del paciente y que consigue que nos recuerden meses e incluso años después.
Me gusta colocar esas historias diferenciadoras en la sección sobre mí de la web.
Ahí, donde posicionamos tu nombre y apellidos para que aparezca bien alto en Google.
Así es como consigues pacientes semanas o meses después de que te hayan descubierto.
Así surges en conversaciones cuando alguien te comenta que su sobrino se ha lesionado el hombro jugando al baloncesto y no saben dar con la tecla.
«Espera que lo busco. A ver. Traumatólogo en Madrid de los Cleveland Cavaliers»
¡Bum!
Cuando eres memorable…
… te posicionas en el lugar más valioso de todos.
En un rinconcito de la mente.
Agazapado en una circunvolución del cerebro a la espera de que surja tu recuerdo en el momento oportuno.
Eso es lo que persigo en cada web que creo:
Que pidan cita. Que dejen el correo si no piden cita. Que te recuerden si, por lo que sea, no hacen alguna de esas dos cosas.
Estos días he reservado espacio para trabajar con 2 médicos que quieran una web monográfica para potenciar sus ingresos, autoridad y calidad de pacientes.
Si te interesa que elabore para ti una web rentable y memorable, responde y hablamos.
PD: Lo del médico de los Cavaliers: Es una lástima que semejante historia con la que llevarse el gato al agua quede enterrada en una descripción de médico genérico -«El reputado Dr. XXX es un afamado traumatólogo»- que lo convierte en uno más del catálogo de TopDoctors.