A ojos de un paciente…
Todos los médicos son iguales hasta que demuestras lo contrario.
La mejor herramienta es, por tanto, la demostración.
¿Qué hace la mayoría de médicos?
Contar cuántos títulos tienen. Cuántos diplomas cuelgan de su pared. Cuántos años de experiencia. Cuántos cargos en universidades y sociedades importantísimas.
¿Qué provocan?
Indiferencia en el mejor de los casos.
En el peor, la sensación de que el médico tiene un tremendo complejo de inferioridad y necesita validarse ante el paciente.
La meritocracia está muy bien si quieres optar a un puesto de catedrático. Eso es lo que tiene en cuenta un tribunal evaluador.
Pero a Paquita, que tiene dolor en las piernas, o a Fernando, que se ha fastidiado la mano jugando al pádel, o a Rosa que ve que el niño no gana peso… eso no le importa.
A ellos les importan otras cosas.
¿Qué cosas?
Las que cuento cada día en mi newsletter para que, cuando piensen en su problema, les vengas tú a la cabeza como la solución idónea.