A menudo los seguros te traen al tipo de paciente que mejor puedes tratar.
Esa era la situación en la se encontraba Laura cuando la conocí:
Una consulta privada con abundantes pacientes idóneos para el tipo de cirugía que más les podía ayudar y mejor sabía hacer.
¿El problema? Esa intervención no la cubren los seguros.
Pasaba la mayor parte del tiempo de consulta convenciéndolos para que luego acabaran con otro cirujano dispuesto a operar por el seguro.
Esto minaba la confianza de Laura en sí misma y en su propio procedimiento.
Hasta el punto de llegar incluso a “hacerse trampas” aceptando operar por el seguro para luego emplear técnicas quirúrgicas que no cubrían pero aumentaban enormemente la calidad del postoperatorio.
Una situación que se perpetuaba con asegurados que quedaban encantados y recomendaban a Laura a otros asegurados.
¿Cómo rompió este círculo vicioso hasta conseguir programar consistentemente 2 cirugías 100% privadas a la semana?
Estos son las 3 lecciones fundamentales:
1) Primum non nocere
Laura dejó de hacerse trampas a sí misma cuando alineó sus creencias con la indicación quirúrgica. Así decidió que, por principios, no iba a volver a operar con la (dolorosa) técnica quirúrgica que cubren los seguros habiendo una alternativa mejor.
2) No tratar de convencer
Intentar convencer al otro rara vez funciona. Solo sirve para erosionar tu autoridad. En lugar de eso, Laura exponía claramente por qué solo operaba de esa manera e invitaba al paciente a ir a otro especialista si no le encajaba su propuesta. Esa demostración de seguridad a menudo era argumento suficiente para que los que querían operarse con ella dejaran de insistir acerca de la cobertura del seguro.
3) Especializarse en esa cirugía
Lo habitual es creer que en especialidades médicas como la cirugía general debes operar de todo para captar más pacientes privados. Este mito no va a desaparecer. Laura está ofreciendo progresivamente menos tipos de cirugías para enfocarse en su área de especialización donde destaca por encima de sus compañeros. Esto significa pacientes más valiosos, mejores resultados y convertirse en la elección por defecto.
Estoy tremendamente agradecido de aprender de todos los médicos y cirujanos PROs que confían en trabajar conmigo.
Los que saben que las normas del juego ya han cambiado.
Mientras otros en su especialidad se quejan de la baja calidad del paciente que viene de los seguros, estos médicos PROs saben cómo quedarse con aquellos pacientes que realmente merecen la pena.
Si juegas al juego al que todo el mundo juega acabarás en medio del rebaño. Algunos ni siquiera acabarán la partida.
La realidad es que en cada especialidad médica hay una corona disponible para quién la quiera coger.
Laura cogió la suya con ambas manos.
La tuya está esperando.
Mándame un mail a javi@copysaud.com con el asunto «Corona» y te muestro la hoja de ruta que siguió Laura.